Los centros juveniles están cambiando vidas cerca de la capital de Brasil

Noticias Adventistas 2023.12.02

En la región de la capital de Brasil, dos centros juveniles administrados por la Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA) en el Distrito Federal y Goiás tienen como objetivo incorporar a hombres y mujeres (tanto brasileños como refugiados extranjeros) al mercado laboral, además de brindar oportunidades de aprendizaje para gente joven. Estos centros promueven el trabajo y ofrecen educación y cursos vocacionales de calidad, dijeron los líderes detrás de la iniciativa.

En los centros, los jóvenes de entre 15 y 29 años tienen acceso a talleres deportivos diarios, cursos profesionales, charlas, atención psicosocial y otros servicios gratuitos. Los dos centros juveniles están ubicados estratégicamente en las regiones administrativas de Samambaia y Recanto das Emas en el Distrito Federal de Brasil. Estas zonas se caracterizan por presentar un contexto de desigualdad social y por albergar a muchos jóvenes en situación de vulnerabilidad.

Vidas impactadas

Desde 2022, el proyecto ha atendido a más de 6.000 personas. Uno de los jóvenes que está viendo transformada su vida a través del Centro Juvenil Samambaia es Marcos Eduardo Valeriano. A los 21 años, estudia y trabaja, pero de alguna manera todavía logra reservar tiempo para aprender jiu-jitsu.

A través del proyecto, Valeriano ha podido hacer realidad uno de sus sueños. Ha participado en cuatro competencias patrocinadas por ADRA y ha ganado medalla de oro en cada una de ellas. “Conocí el Centro Juvenil a través de un amigo que me trajo aquí”, dijo Valeriano. “El personal me trató tan bien que desde ese día nunca más me fui”.

Para el profesor de jiu-jitsu Apolyano Dantas, el deporte está marcando una diferencia en la vida de Valeriano. “Marcos era un niño muy tímido. Hoy es muy comunicativo, pero cuando llegó aquí era muy introvertido”, dijo Dantas. “Con el tiempo, me di cuenta de que tenía talento para el jiu-jitsu. Empezó a concentrarse más. Gracias a eso lo llevamos a competir y empezó a destacar”.

Pero no es sólo en Samambaia donde el proyecto está impactando vidas. En Recanto das Emas, Pedro Theiss, de 17 años, se enteró de que el centro juvenil ofrecía un curso gratuito de barbería. A través de clases prácticas y teóricas aprendió el oficio y consiguió trabajo en una barbería. “Si no fuera por el Centro Juvenil, hoy no sería un profesional”, dijo Theiss. “No sólo me enseñaron cómo tener una profesión. Me enseñaron cómo tratar a las personas, gestionar ideas y aprender de los demás”, afirmó.

Un lugar para conectarse

Además de ayudar a las personas a incorporarse al mercado laboral, la iniciativa social también ofrece un espacio para que los jóvenes pasen tiempo juntos.

“El Centro Juvenil es una extensión del hogar de un joven”, dijo Jeconias Neto, ex director regional de ADRA en el Distrito Federal y Goiás. “Entendemos que el sentido de pertenencia es lo que los jóvenes suelen encontrar en el mundo de las drogas y el crimen. Por lo tanto, ADRA debe contrarrestar todo eso ofreciendo una mejor opción”, dijo.

Neto también dijo que el espacio es más que un lugar de aprendizaje. “Algunos jóvenes no vienen aquí a hacer un curso. Simplemente vienen a sentarse, jugar al ping-pong y hablar con otras personas. Esta es la extensión del hogar”, dijo.


Fuente: https://www.adventistworld.org